martes, 30 de noviembre de 2010

Desde el silencio

La semana pasada tuve la suerte de participar en un encuentro de Silencio de varios días. Cuando le digo a mi gente que me voy un fin de semana de silencio, me dicen todos: pero si tú no paras de hablar, ¿cómo vas a estar todo un fin de semana callada? Y es verdad, pero a veces las personas extrovertidas tenemos precisamente ese punto de soledad (elegida) que no concuerda exactamente con la imagen  que damos.
El Silencio no es la ausencia de palabras, sino la ausencia del ego o la mente pensante.(P. Moratiel)

Y he descubierto que el silencio es, por ahora, el camino que me lleva a mi corazón.


La Escuela del Silencio la fundó el Padre Moratiel, un dominico de una sabiduría increible, que descubrió que el Silencio te enseña lo que nadie te puede enseñar(P.Moratiel). Pero no me atrevería a hablar de él, ni tan siquiera del Silencio, sino de mi experiencia que cada día es nueva.

Estamos en un mundo que predica justo lo contrario, donde esta mal visto estar parado sin hacer nada, y donde el silencio con uno mismo es incómodo. Nos montamos en el coche y ponemos la radio, estamos esperando en una cola y llamamos a alguien con el móvil o jugueteamos con él, llegamos a casa y ponemos la tele o el ordenador, cualquier cosa menos ESTAR simplemente.

Si algo he experimentado este fin de semana, es la Alegría de Ser, es decir, Ser en mayúsculas, Estar donde estoy en cada momento, Ser uno con todo y no pretender que sea de otra manera o estar en otro lugar.

El Silencio no tiene limitaciones, lo acoge todo y al mismo tiempo es la nada más absoluta. Por supuesto, no puedo sino haceros atisbar lo que esto significa,pero es un comienzo.

Es más, el camino del Silencio es un fin en sí mismo.

De esta manera la vida fluye de otra manera y no me molestan los atascos, ni los lunes, ni la soledad, ni la compañía...
Aunque es imprescindible estar muy atentos pues la mente pensante me atrapa por la rendija más pequeña, y entonces...simplemente he volver a mi corazón.

Gracias a Lola, Josefina, Teresa, Antoñita, Maria Antonia, Pedro,Javier, y todos mis compañeros y compañeras del Silencio que nos reunimos cada miércoles.Gracias al amor desinteresado de nuestras queridas Calasancias.

Feliz martes a todos!