
Al comienzo de este año, compartí aquí un deseo, y fue pedí amarme a mí misma. Para mí, amarme significa respetarme y aceptarme.
Respeto por mis inquietudes, por mis acciones, no por que mis inquietudes y acciones sean lo importante sino porque han nacido de algo de muy profundo que aún desconozco y siento que debo dejar su espacio para que sean.
Pero uno no va un día y dice: "de ahora en adelante me voy aceptar y a respetar" y venga, ya está. Es un proceso que no debería nacer de la mente sino del corazón y que comienza siendo consciente. El darnos cuenta es quizás lo más importante.
De esta manera, si alguien no me respeta, es porque yo no lo he hecho antes. Pues lo que nos ocurre fuera es un reflejo de lo que pasa dentro.
Pues ser consciente es el primer paso, y querer un cambio desde lo profundo sería el segundo y... ya no hay nada más que hacer, porque el Universo se encarga del resto, pone en el camino todo lo necesario para que el deseo se cumpla. Estoy en estos momentos en medio de este camino, descubriendo cómo los obstáculos y las barreras que yo me he puesto van cayendo solas, una a una y no estoy haciendo nada!! Sólo ser consciente y querer que pase.
Posiblemente hoy esté hablando en morse pero así es como ahora me siento, y sobre todo, atenta y observando, expectante.